El edificio fue construido en 1930

En el vibrante corazón de la ciudad, donde la historia se entrelaza con la vida cotidiana, se encuentra un tesoro escondido: un edificio singular ubicado en la acera exterior de la Contramurada, frente a la Plaza de Artrutx. Rodeado de una arquitectura rica en detalles, con fachadas anchas y bien ornamentadas que albergan patios traseros llenos de encanto, este enclave inmejorable guarda un potencial único para convertirse en un oasis urbano de lujo.

Desde sus inicios, este edificio ha sido el hogar de familias que han tejido la vida del barrio. Sus muros han albergado historias, sueños y vivencias, impregnando cada rincón de una atmósfera cálida y acogedora. Ahora, con el paso del tiempo, surge la oportunidad de reimaginar su legado, transformándolo en un hotel de interior que conserve su esencia y la enriquezca con un nuevo capítulo de sofisticación y exclusividad.

Un viaje a través del tiempo

Al cruzar el umbral de este hotel, los huéspedes se embarcarán en un viaje a través del tiempo. La arquitectura original, cuidadosamente restaurada, revelará la belleza atemporal de la construcción, con sus elementos históricos integrados armoniosamente en un diseño interior moderno y elegante. Cada habitación será un refugio único, donde el pasado y el presente se fusionan para crear una experiencia sensorial inigualable.

Un oasis de paz en el corazón de la ciudad

A pesar de su ubicación central, este hotel ofrecerá un remanso de paz y tranquilidad. Los patios traseros, otrora espacios privados de las viviendas, se transformarán en oasis verdes donde los huéspedes podrán relajarse y disfrutar del aire libre. El sonido del bullicio urbano se desvanecerá entre el susurro de las hojas y el canto de los pájaros, creando un ambiente de serenidad absoluta.

Un destino para sibaritas

La experiencia en este hotel no se limitará al alojamiento. Los huéspedes podrán deleitarse con una gastronomía exquisita en el restaurante del hotel, que ofrecerá una reinterpretación moderna de la cocina tradicional de la región. Además, podrán disfrutar de un bar elegante y acogedor, perfecto para tomar un cóctel o conversar con amigos.

Un lugar para conectar y crear

Este hotel será más que un lugar para alojarse; será un espacio para conectar con la historia, la cultura y la vida local. Se organizarán eventos y actividades que permitirán a los huéspedes sumergirse en la esencia de la ciudad, desde visitas guiadas a lugares emblemáticos hasta talleres de artesanía local.

Un legado reimaginado

La remodelación de este edificio no solo significará la creación de un hotel de lujo, sino también la preservación de un patrimonio histórico y cultural invaluable. Al reimaginar su legado, este proyecto contribuirá a revitalizar el barrio y a convertirlo en un destino aún más atractivo para los viajeros que buscan experiencias únicas y auténticas.

Este hotel de interior será un oasis urbano en el corazón de la historia, un lugar donde el pasado y el presente se fusionan para crear una experiencia de lujo y exclusividad sin igual. Un destino perfecto para aquellos que buscan no solo un lugar para alojarse, sino un viaje sensorial y cultural que les permita descubrir la esencia de la ciudad.

La transformación

El proyecto propone un cambio de uso en todo el edificio en hotel de interior. Como concepto general, se ha respetado la estructura del edificio y la disposición de cámaras.
Se ha intentado que todas las habitaciones dispongan de un pequeño espacio privado exterior, muy agradecido por los visitantes del hotel.